
Angola es un país tan diverso como extenso, y gran parte de esa riqueza se encuentra en sus pueblos y tribus. En el sur, especialmente en torno a la provincia de Cunene y los desiertos de Namibe, habitan comunidades que aún mantienen sus tradiciones ancestrales.
En este artículo te presentamos 11 tribus tradicionales que todavía puedes visitar en Angola. Algunas son más conocidas, como los Himba o los Muila, mientras que otras apenas aparecen en los mapas turísticos. Cada una de ellas representa un mundo en sí mismo.
1. La tribu Muila
Los Muila son quizás una de las tribus más visualmente impactantes del sur de Angola. Sus mujeres llevan pesados collares que acompañan cada etapa de la vida y peinados elaborados con arcilla roja y cuentas de colores. Visitamos tanto un poblado de Muila de llanura, más en contacto con otras comunidades, como otro de Muila de montaña, mucho más aislado y tradicional.
Si quieres conocerlos en detalle, puedes leer nuestra entrada completa sobre ellos: «La tribu Muila de Angola: Peinados, tradiciones y rituales».


2. La tribu Himba
Los Himba son probablemente los más conocidos gracias a su presencia también en Namibia. Su estética única, con piel y cabello cubiertos de otjize (una mezcla de grasa y ocre rojo), los ha hecho famosos en todo el mundo. Sin embargo, en Angola todavía mantienen un estilo de vida mucho más aislado y auténtico, con menor influencia del turismo.
Te contamos más en: «La tribu Himba en Angola: tradiciones y diferencias con Namibia».


3. La tribu Humbi
En las fértiles llanuras cerca del río Cunene habitan los Humbi, conocidos por sus espectaculares peinados parabólicos que las jóvenes lucen durante los ritos de iniciación. Son agricultores y ganaderos, y aunque el cristianismo ha llegado a muchas de sus aldeas, siguen conservando rituales tradicionales y prácticas espirituales muy simbólicas.
Descúbrelos en nuestra guía completa: «Los Humbi de Angola: peinados parabólicos y cultura ancestral».


4. La tribu Hakaona (los “Black Himba”)
Los Hakaona son un grupo fascinante, a veces llamados los “Himba Negros” por su parecido estético con los Himba. Sus mujeres lucen el kapapo, un tocado monumental hecho de arcilla, grasa y hierbas que funciona como auténtica corona cultural. Durante nuestra visita, el hijo del soba nos habló de la importancia de la magia negra, vista como una fuerza cotidiana que regula la vida de la tribu.
Aquí puedes leer la experiencia completa: «Los Hakaona de Angola: la tribu Black Himba y su estética ancestral».


5. La tribu San (bosquimanos del Kalahari)
Aunque no suelen aparecer en todas las guías de Angola, los San (también conocidos como bosquimanos) son uno de los pueblos más antiguos de África y su presencia se extiende también a Angola, sobre todo en el sureste del país, cerca de la frontera con Namibia y Botswana.
Su vida tradicional está profundamente ligada a la caza y recolección, con un conocimiento único del entorno natural. Son maestros rastreadores, capaces de leer huellas y señales invisibles para cualquiera de nosotros. Su lengua incluye los famosos “clics”, sonidos que hacen que su comunicación sea tan distintiva y que nos resultó super curioso de escuchar.


Durante nuestra estancia en Angola tuvimos la oportunidad de convivir dos días en un poblado San, donde montamos nuestro campamento en medio de sus chozas. La experiencia fue inolvidable: por la noche, compartimos música y baile alrededor del fuego. Ellos nos enseñaron sus danzas tradicionales (y no tan tradicionales 😅) y nosotros, entre risas, les mostramos pasos como la conga o la macarena. El choque cultural se convirtió en muchas carcajadas para ambas partes.
Al día siguiente, nos invitaron a acompañarlos en una jornada de caza. Armados con sus arcos y flechas, intentando atrapar ardillas, unos roedores bastante grandes y aves. Aunque no siempre tienen éxito, ver cómo se organizaban, cómo interpretaban cada huella en la arena y cómo se movían silenciosamente por el terreno fue una auténtica experiencia.
Estar con ellos nos permitió comprender que su riqueza no está en bienes materiales, sino en el saber que conservan y transmiten de generación en generación. Descúbrelos en nuestra guía completa: «La tribu San de Angola: Danza y caza ancestral».
6. La tribu Gambue
Menos conocidos que otros grupos, los Gambue combinan la ganadería con la agricultura y se distinguen por su habilidad artesanal. Elaboran máscaras, joyas de cuentas y cestas decoradas que reflejan su identidad cultural. Sus comunidades suelen organizarse bajo una estructura monárquica, con un líder que coordina la vida social y económica.

7. La tribu Dimba
Los Dimba viven cerca de áreas más urbanizadas, lo que los expone a influencias externas. Sin embargo, en sus aldeas más pequeñas todavía conservan un fuerte culto al toro y un profundo respeto por la ganadería, considerada una fuente de riqueza y prestigio social. Sus rituales siguen ligados al ciclo agrícola y a la protección del ganado.

8. La tribu Cubal y Ngendelengo
Estos pueblos seminómadas habitan el árido desierto del Namibe. Su modo de vida combina agricultura, ganadería y en algunos casos la pesca en los ríos cercanos. Las mujeres llaman la atención por sus peinados, que mezclan crestas y pequeños moños múltiples, símbolos de estatus y edad. Su resistencia en un entorno tan extremo es parte esencial de su identidad.


Tuvimos la suerte de coincidir con ellos en un momento muy especial: justo durante una campaña de vacunación contra la polio. Mientras estábamos en el poblado, llegó una moto con dos enfermeros, que reunieron a todos los niños menores de cinco años y les fueron administrando unas gotas en la boca, dosis de la vacuna que protege frente a esta enfermedad.
La escena nos impactó profundamente porque mostraba el encuentro entre dos mundos: por un lado, una comunidad que mantiene vivas sus tradiciones ancestrales; por otro, la llegada de la medicina moderna a lugares remotos para garantizar la salud de las nuevas generaciones.
9. La tribu Cuis
Los Cuises son descendientes directos de los primeros pueblos bantúes que llegaron a Angola. Hoy en día han perdido su lengua original, pero aún mantienen prácticas ancestrales relacionadas con la caza y la recolección. Viven en grupos pequeños y mantienen un estilo de vida nómada, adaptándose a los recursos de cada estación.
Durante nuestra visita tuvimos la oportunidad de conocer un poblado que acababa de asentarse en una nueva zona. Apenas habían tenido tiempo de organizarse: habían despejado el terreno de matorrales y construido un refugio muy sencillo a modo de choza, lo justo para empezar a vivir en comunidad.


Lo más interesante fue compartir con ellos algunos momentos de la vida cotidiana. Les vimos fabricar utensilios básicos de cocina, preparar una papilla de harina de maíz que comían en grupo, y también elaborar un aceite aromático con hierbas.
Esta experiencia nos permitió comprender de primera mano su capacidad de adaptación, su estrecho vínculo con la naturaleza y su habilidad para aprovechar al máximo los recursos que tienen a su alcance.
10. La tribu Mucubal
Los Mucubal son uno de los grupos seminómadas bantú más grandes de Angola. Migraron desde el área de los Grandes Lagos en el siglo XVI y se asentaron en el Namibe. Su vida gira en torno a la ganadería y a una organización tribal muy marcada, con ritos de paso que aún se practican en varias comunidades. Son un ejemplo claro de cómo adaptarse a un entorno desértico sin perder identidad.

11. Las tribus Ovimbundu, Ambundu y Bakongo
Estos tres grupos no solo son tribus tradicionales, sino también los más numerosos de Angola. Su influencia se extiende a la vida urbana, la música, las fiestas y la política del país. Aunque muchos viven ya en ciudades como Luanda o Benguela, todavía conservan rituales, danzas y festividades propias que recuerdan sus raíces bantú.